5.3.08

Conviviendo conmigo misma





Esta mañana amanecí y lo primero que hice fue mirar la pantalla de mi compu para ver si se habían bajado los discos que dejé anoche. Estaban todos listos para ser escuchados. Me fuí a bañar y mientras pensaba que mierda quiere siempre Elektra cada vez que estoy bajo el agua, porque se pone en el borde de la bañadera, mira y maulla. Es un problema querer analizarla porque nunca está conforme, es bastante inquieta, aunque ahora se calmó un toque por la ingesta de flores de bach. Miré un toque los titulares del día, nada nuevo, pensé en bajarme música nueva al mp4 pero no quería llegar tarde, así que me dispuse a salir, pegué un vistazo general buscando las llaves para salir y no estaban en los lugares de siempre, manotée adentro del bolso y toqué un juego. Ahí salí y cuando la puerta terminaba de cerrarse me dí cuenta que el juego que tenía encima era el de la casa de mis viejos. Por ende me había quedado entre ambas puertas, la de casa y la de calle. Pensé en cómo hacía antes la gente que se quedaba encerrada y no tenía celular. Me acordé de mi alegría por la salida de vacaciones de mis vecinos, quienes no estaban para abrirme. Me acordé de las copias de las llaves que tienen mis viejos (están en Mar del Plata). Me acordé del juego que me pidió la Pocha y nunca le hice. Me acordé del juego que tiene la Kelly (laquelimpia) y la llamé, pero solo le dije que me había quedado encerrada, que llamaría al cerrajero y que si la necesitaba la llamaba. Las michis lloraban del otro lado porque sabían que yo estaba ahí, lamenté que no supieran abrir la puerta. Probé con una tarjeta de crédito vencida sin éxisto. Llamé a Miranda para que me rescate y ella contactó a Marcelo, un cerrajero buena onda, que vino para casa un rato después y me dijo del lado de afuera que había que romper la puerta de abajo para poder abrir. A lo que no acepté y llamé a la Kelly para que viniera, ofreciéndole pagarle el taxi ida y vuelta para que no sea tan molesta la situación. En esos minutos de soledad con mi neurosis me dí cuenta de lo miserable que puede ser la existencia de alguien por culpa de un insignificante pedazo de bronce trabajado. Y me dí cuenta que todo vuelve, seguramente es una maldición que me enviaron mis adorables vecinos para que vea que necesito de ellos y que no soy tan omnipotente como creo.
SE QUEDO ENCERRADA LA BOLUUUUUUUUUDAAAAAAAAAAAAAAA

4 comentarios:

Julietita dijo...

Pobre! que feo que te pase eso. Yo soy absolutamente neurótica con el tema llaves, chequeo mil veces si las tengo encima.
Los vecinos te dijeron que los llames si veias algo raro, bueno, la puerta cerrada y la ausencia de llaves... no cuentan???

Besos, tamagochi

p dijo...

buuu, que mal! igual, te sale más barato llamar a la kelly que pagarle a un cerrajero, creeme.
la otra vez me quedé afuera un sábado a las 5 am y por razones más violentas. por suerte, kika me alojó esa noche y al otro día corté la cadena (era eso lo que no podía abrir) (suena muy dramático, no?) con una amoladora. metal!

Guerrillero Culinario dijo...

La gata seguramente quiera agua. El mio hace lo mismo y extiendo el brazo a la vez que lo uso de prolongador del chorro de agua así se forma un goteo del que toma él mientras yo me contracturo todo por hacer la posicion que le haga llegar agua pero no lo moje para que después no me moje el resto de la casa.

Lo de la puerta es una cagada. Yo lo solucioné con darle llaves a unas 6 o 7 personas, así que si me quedo afuera sólo tengo que intentar ubicar a alguno y listo.

karen (renglones insomnes) dijo...

Que pensamientos tan inútiles los que nos vienen en este tipo de situaciones, todas las posibilidades de lo que no hicimos y no es factible...

Ya me pasé visitanto el día a día de Frida y Elektra, tras lo que pregunto...y la foto del suceso reciente dónde esta???