Pit se te ve la tangaaaaaaa
El sábado me "contrataron" para musicalizar una fiesta de egresados en San Telmo Falujah, accedí al toque para acuñar morlacos para las vacaciones y de paso para excusarme de no ir a la fucking fiesta de fin de año del laburo. Me comentaron que tocó el Bahiano, creo que la suerte estuvo de mi lado, o no tanto, jajaja. El festejo tenía una cena previa, por eso arribé a las 21.45 al lugar con mi musiquita y mi sonrisa de "que bien que la voy a pasar, la barra voy a vaciar y encima me pagan", esa cara que tengo siempre que estoy por pasar música en algún lugar.
Cuando llegué había muchas mesas instaladas a lo largo del local, y 4 o 5 familiares de avanzada edad amotinados en una, Krusty, el otro DJ que me había invitado a darle una mano estaba rockeando a esos ancianos, y no tenían cara de estar a gusto, eran medios pesaditos los solos de viola distorsionada que sonaban en los parlantes, así que enchufamos la compu y empecé a suavizar sus tímpanos con lentos de John Lennon y The Beatles, al punto que tuve que poner música más up porque estaban por empezar a cabecear todos los centros, aunque se mecían por momentos con un dejo de melancolía.
El primer egresado era un muchacho de traje, buena onda, con más entradas que el Shopping del Abasto y cara de nerd, pidio que pasáramos algo de rock and roll y rockabilly. La noche pintaba buena, bien ! La demás gente llegó una hora y media después para cenar, parecía que la convocatoria había sido un absoluto fracaso, pero no. Solo la gente grande había llegado bien temprano, y reclamaba pizza y bebida mientras que el dueño del local estaba medio empacado quejándose y preguntandose donde iba a meterse todas las prepizzas y la muzzarella que había comprado.
El grueso de la gente llegó tipo 11.30, eran todos jóvenes. Ahí entraron todos a comer y a darle a la cerveza con furia. En la cabina mientras tanto me clavé media pizza, comí más que Krusty, que es un chico fornido de pelo ruloso voluminoso y gruesos anteojos de carey. Era de muzza con jamón, jamón cortado a cuchara, se lo tuve que sacar porque el cerdo cocido aun se movía.
Unos minutos después iba a aparecer otro pelado egresado, que se había desprovisto de su cabellera por la ocasión. Mi mente retorcida ni imaginaba que ese pelado del orto iba a ser mi peor pesadilla durante toda la madrugada del sábado. Subió a la cabina con un compac diciendo que era música para que pusiéramos después. Como se hace siempre en ese caso le dijimos: "si, si, lo vamos a poner". Probamos con auriculares para ver que canciones tenía y sinceramente era un lamento de cumbia villera desconocida y toda igual. Lo separamos a un lado para no tentarnos de prenderlo fuego al instante.
Los más jóvenes tenían ganas de bailar y empezaron a pedir música divertida. Le pasé la posta a Krusty y fui afuera a fumarme el pucho de la digestión. Pegué onda con el police man de seguridad, un hombrecito cincuentañero y feo de traje con gafas negras que estaba con su novia, también cincuentañera, maquillada y acicalada como una princesa bizarra. Los dos buena onda, charlamos un rato largo mientras llegaba el resto de la masa.
El de seguridad controlaba que el público que llegaba viniera a la fiesta privada, y pedia nombres de egresados para dejar pasar. En una llega un pibe de 37 años con peinado de lengüetazo de vaca, inmaculado saco, pantalón cremita y zapatos color mostaza. Dice: Hola, vengo por Alejandra.
No tenía apellido ni nada y pidió permiso para entrar a buscarla. El monito de seguridad se copó y lo dejó pasar para buscarla. Salió con cara de desilusión y dijo: No conocen a ninguna Alejandra, la voy a esperar en la puerta.
Minutos después este buen muchacho dijo que no la conocía de vista porque era una cita a ciegas, se habían conocido en un chat por celular. Entré y salí varias veces y el flaco seguía en la puerta con su prolijo look. Me lo crucé adentro un rato después y le digo: y ? llegó ? La verdad es que me estaba poniendo nerviosa yo con tanta espera. Y contesta: - No, encima tengo una lija. Le tiré una porción que había sobrado y comió solo apoyado en la barra como un dandy, mientras que todos los demás escabiaban a full.
Después salió a la puerta empinando un fernet y charlamos un rato largo, me decía que la huesa pintaba bien, las características eran 40 años y dedicada a full al gimnasio, el flaco debía flashearse una Catherine Fullop y se rio cuando se lo sugerí. En todo ese tiempo había estado fichando a toda la carne que entraba y ya tenía nuevas presas en mente por si la cuarentona lo dejaba al óleo. No se lo notaba preocupado, al contrario, adentro del local tenía cientos de suplentes en llamas, bailando reggaeton.
Por mi parte, no quería entrar de ninguna manera al local con esa "música" de mierda que sonaba, los primeros cabeza estaban meneando su esqueleto al ritmo de Mayonesa, Gelatina, Lo que pasó pasó, La Batidora y todas esas canciones con alto contenido poético y social.
Parada en la puerta entré a darles a mis primeros fernets para anestesiar mi cuerpo y mi cabeza, pero el malhumor iba creciendo con cada repiqueteo reggaetonero en mi cráneo. Mientras miraba a los familiares personajes que tenía el flaco rockabilly una suegra petisa, con un corte de camionero y una ropa que hacía notar sus dos amarettis caídos. Su hija, igual a ella, petisa petisa y prendida como leona en celo al chico rockabilly, sobre todo cuando se fue la madre. Un par de ancianas salidas hacía un par de horas de la pelu, con el copo de nieve impecable y unos señores trajeados que a cada rato salían a ver de que su auto todavía estuviera en su lugar.
Cuando me aburrí de sacarle la ficha a todos los invitados entré de vuelta a ver si podía sacar ese reggaeton maligno, que me estaba produjendo daños irreparables en mi neurosis y mi estado de ánimo. Pero en cuanto tiré el primer tema ochentoso un grupo de pendejas caprichosas pegó el mismo grito que si hubiera salido el mismísimo Ricky Martin en pelotas al escenario exclamando: cambiáaaaaaaaaaaaaaaaaaa la músicaaaaaaaaaaaaaaa !!!
Se me erizó la piel y sentí decenas de rayos láser pegando en mi cara, no pude ni dejar terminar el tema, puse la porquería mas odiosa que había en mi carpeta escondida e impresentable llamada "joda". Me pasé toda la madrugada tratando de encontrarle la vuelta para cambiar el género, pero no había forma, en la fiesta había exactamente el mismo público de una bailanta. Estuve refunfuñando y postrada en una laguna mental, que iba maximizándose con el consumo indiscriminado de fernet y cerveza, que me daba gratis el dueño del local. Luego sería cerveza con hielo porque estos bailanteros se habían tomado todo para hidratarse luego de transpirar ricota y muzza bailoteando sin fin. No se cansaban. En cuanto cambiaba de style se me venían al humo por la escalera y me apretaban para que cambie, era la mafia de la bailanta disfrazada de gente normalita !
Me fumé casi dos atados de Gitanes para no matar. Le dejé la posta a Krusty y fui a la vereda otra vez, gasté el recorrido entre la vereda y la cabina. Adentro sonaba lo peor de lo peor, mi compu debía ser formateada 4 veces después de ese atentado a la moral y las buenas costumbres.
Al lado del local, en el escalón de una casa una parejita se había cruzado a tomar un vino espumante helado, con su perro Bulldog. Necesitaba descargar, ese perro era un buen blanco. Me acerqué y pregunté; Lo puedo saludar ? A ver si para coronar la noche el perro me amputaba una mano.
Me dieron el OK y hasta me convidaron vino, entré a acariciar a Nahuel, el perro entregado, le acaricié sin piedad, logré bajar un cambio y lo dejé echado en la vereda, casi al punto del desmayo. Luego volví a entrar en otro intento por cambiar la música, todo iba a ser en vano, se me amotinaron de vuelta y hasta voló algo. Lo único que pude pasar exceptuando esos géneros que mencioné fueron 4 o 5 canciones punchi y un par de rock nacionales, siempre hablando de hits que se repitieron por todos lados hasta el hartazgo porque eran un público estilo tinellizado. No sé como explicarlo.
La barra quedó devastada, le entraban a la birra caliente, al whisky del peor. Si vendían tetra con Tang también comprarían. Se escabiaron todo, todo, todo. En las mesas quedaron varios fisus derrapando. Y el resto con sus camisas chorreando grasa, las minitas haciendo movimientos garchativos totalmente en llamas, fregándose al ritmo del reggaeton contra esos cuerpos malolientes, puedo afirmar que estuve en el mismísimo infierno.
En un momento les dejé puesto el cd que había traido ese pelado egresado hinchapelotas (el que venia a joder a cada rato con la cumbia) y me quedé atornillada a la barra tratando de entender este fenómeno que nunca entenderé.
Añoré la presencia de la Pocha, amante de esas pedorradas, quien hubiera disfrutado mucho de pasar música para esa gentuza, que parecía eufóricamente complotada contra mi existencia.
Cuando se produjo la hora de irse festejé con un gran abrazo a Krusty haber sobrevivido a tamaña noche, y nos encanutamos el cd del pelado insoportable para prenderlo fuego el fin de semana que viene en un ritual umbanda, para que la cumbia y el reggaeton sean eliminados por el resto de la posteridad, por el bien nuestro y de las generaciones siguientes.
Ah, casi olvido una parte:
La cuarentona llegó muy tarde y dijo estar perdida, por lo tanto el muchacho la fue a buscar por Telmo, cenaron juntos y la trajo a la fiesta. Luego rumbearon para el Moliere porque no les gustaba la música, no les dije que en el Moliere les iba a pasar lo mismo. Jajajaja !
13 comentarios:
Amén
y llegó la cuarentona finalmente? me quedé intrigada con esa historia.
qué tortura, piturra!
el relato, impecable!
AMEN HERMANA!!!
la proxima llevame con vos!!!!
jajajajaja
Pobre Pocha, la quemaste en tu blog!!!
EHH!!! KOLORADITA! SAKATE LA POSHERITA!!!
BURN THAT "MUSIC" OUT!!
Catarsis a full pittttt
me encantó!
sos una de las pocas que logran sacarme una sonrisa en estos días insalubres, así que: gracias
que dificil! para la proxima...averiguame bien el target de gente, capaz era mejor tomarse unos drinks y bancarse al bahiano...
otra, el reggaeton es a la cumbia, como el Paco a la coca.
besos reina!
Naaaaaaaaaaa! Jodeme!!! Te querias matar, Pitu! Pobre transformer tamagochi!!! Decime que despues de esto le tiraste espadol a la pc y ácido al cd cumbiero. Yo te iba a llamar pensando que pasabas música en una fiestas interesante para darme una vuelta... suerte que se me pasaron las ganas!
besotes, queridita!
Como me hacés cagar de la risa con tus expresiones, hasta me chifla el culo!
La verdad, es muy relajante leer este tipo de post cuando uno anda en un día de mierda quejándose porque los empleados del subte me cagan la jornada laboral simplemente porque quieren otro aguinaldo. Son doblemente peronistas.
Yo los colgaría de las bolas como "a-guirnaldas"
País generoso.
Recuerdo haber ido a un par de fiestas donde pasó música Ale Pont Lezica, un groso. El regarchón es exactamente la antítesis de lo que decía Aspen en los 90, "el arte de combinar los sonidos".
pit, amiga, impecable relato y descripción!!
imagino tu sufrimiento y me surje una pregunta, de verdad les gusta esa música de mierda?
de verdad?
pubricito el cucudrilo... eso si, tenés que tener en cuenta aquel dicho que dice: "lo que no mata fortalece" y saber que para la próxima vas a poder hacerte un cono del silencio y que todo te resbale...
la otra opción que me viene a la mente es: si no puedes contra ellos, únete!... cómo te ves con la pollerita corta revoleando el tujes???
besos amiga... ya terminó la tortura!
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