Amanecer felino

Esta mañana Elektra amaneció algo china, es que había pasado una noche agitada molestando en cada rincón de la casa. Su misión en esta vida es no quedarse un minuto quieta y hacer ruido y quilombo las 24 horas del día.

Se asomó de su guarida, aun encandilada por los primeros rayos del sol (mentira, hoy está nublado, pero quedaba bien decir eso, aparte con esa carita no me digan que no es creíble).

La gatita Bisnike Nevado no sabía que un gran peligro acechaba. La originaria mascota de la casa, la reina y la única dueña de la propiedad durante sus cuatro años de vida bajaba del cuarto de arriba y de la cama de su dueña para imponer orden por la fuerza.

La cola de la morocha se erizó y su instinto asesino comenzó a correr por su sangre, era hora de ajusticiar a la intrusa que se había amotinado con tanta impunidad su propia casa.

La morocha de ojos claros quiso tomarla por sorpresa, pero la clarita de collar de tachas estaba atenta a todos sus pasos, gracias al maldito cascabel delator.

Con más mania que fuerza la pequeña Elektra introdujo a la morochia dentro de su guarida y comenzó a aplicarle reiteradas patadas violentas, rítmicas y repetidas. Frida se plantó como una diva, pero se preguntó como un animalito tan chiquito y con cara de bueno podía haberle tendido semejante trampa.

Acá podemos ver ya a Frida entre las cuerdas, pidiendo piedad. Mientras tanto Elektra le aplicaba más correctivos, fatallitys y la triple Nelson.

En un momento dado Frida pudo sacar ventaja y logró salir de la caja transportadora, ahí la lucha volvió a emparejarse y los derechazos y zurdazos abundaron, se tomaron del cuello. Durante la pelea un dino resultó herido, pueden verlo a la izquierda de la pantalla, ya agonizante.

Este duelo continuará, no pude seguir cubriendo la noticia porque debí venir a trabajar.

Los dejo con la última imagen de Elektra rajando para el patio, observen en el toillette lo que es llegar cansado, lo que implica sacarse las medias y el pantalón sentada en el inodoro para desmayarme directo en la cama.