La comunidad de la calle Cabrera
(crónica escrita el 6 de enero de 2004)
Y tu mamá también
La cuestión es que el sábado se pudrió el rancho con mi progenitora y durante el finde comenzó el empaque para la posterior mudanza de mis bártulos. También se vinieron las idas y vueltas de mi casa a lo de Bonsai, y de lo de Bonsai a mi casa, junto con la súplica a los vendedores de todo el barrio de cajas para meter mis contadas y queridas pertenencias.
No había tiempo que perder y mientras yo convalescía con picos de fiebre, miedo y malhumor tirada en el patio fui inducida por Pocha, Bonsai y Martina a empezar cuanto antes con el caos.
Mi cuarto no se limpiaba desde hacía años luz porque siempre lo cerraba con llave para que no me revisen/toquen/utilicen/miren mis pertenencias , por lo cual había sendas cantidades de polvo, ácaros, tierra, alimañas, murciélagos y demás fauna de insectos (vivos y muertos, secos y húmedos, crocantes y gomosos).
Especies insectívoras
Esta nefasta conjunción de mugre fue la peor pesadilla de Bonsai, que sufre de alergia a la tierra y demases derivados. Al día de hoy permanece autosuministrándose dosis de Desalergin y Benadryl porque tiene el pechio tomado. Nos quedamos hasta las 5 a.m guardando cosas y tirando otras tantas porque soy una coleccionista de papeles, una especie de cartonera selectiva.
El domingo siguió el gran quilombo de separar, pilas y pilas de ropa que hacía años que no usaba, miles de medias que habían perdido a su pareja, montones de recortes de diarios, chucherías varias, mis trofeos y medallas de hóckey (faaaaaaaaaa !!!!!), todos ganados en buena ley (lease: amputando a las rivales a fuerza de codazos, patadas y escupitajos), pulguientos muñecos de peluche, cementerios de zapatos y medio local de ropa deportiva. Todo esto acompañado de una mezquita de cucarachas muertas, que yacían inertes en los rincones más inhóspitos del cuarto.
Una vez que estaba todo medianamente embalado comenzó el debate de: cuando me mudo ?
Lunes trajeteado (quise poner ajetreado, o algo así)
El lunes amanecimos con Bonsai con los brazos cansados, la espalda contracturada, los ojos pegados, la nariz congestionada, las piernas anestesiadas y el malhumor golpeando a la puerta.
Era la hora de comenzar a mover el toor, fuimos a la perfumería, compramos artículos de limpieza y cositas para el depto. La tuve que retar porque quería agarrar un papel higiénico que salía 14 centavos más que otro de oferta. Quería agarrar un detergente de marca por $ 2,50 mientras que había uno de $ 0,75 !!!! Lo cambié enseguida, no sé si lo hizo porque no llegaba a lo alto de la góndola o porque no lo vio. (no me mates Bon !! juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa).
A la vuelta nos compramos media sandía para autopremiarnos por tanto esfuerzo, volvimos por Avda. Eva Perón con las bolsas de los mandados, y algunas cajas de cartón que pedimos. Bonsai volvió al grito de: "boteeeeeeeyeeeeeeeeeeeeeeeeroooooooooooooooooooooooo" por todo el camino. Estábamos las dos bien villa, en shores, parra pa adelante caminando, con olor a cebú libidinoso y con lustrador Blem en la frente.
Quisiera ser un pez (...ón)
Comimos como dos hienas y a la tarde decidimos postergar la mudanza por agotamiento físico y mental (andáaaaaaaaa !! como te dicen ahora ?? Metallica ?? juaaaaaaaaaaa). Así fue como cuando me acerqué a la pileta y me agaché para tocar el agua recibí un puntual empujón que me hizo caer y salpicar todo. A todo esto caí vestida, pero hacía tanto calor que ni siquiera sentí el golpe de frío. Esto no podía quedar así, me hice la beluga, nadé un poco, recordé mis épocas en la colonia de vacaciones cuando estaba en la clase de los "MOJARRITAS" mientras que los mejores eran "DELFIN, TIBURON, ETC".
Más tarde me hice la que no sabía hacer un salto y cuando Bonsai vino a tomarme de la cintura la cazé de un brazo y empezó el forcejeo. Resultados: rastas al agua y bruto moretón en la cara interna del brazo de Bonsai. (ahora está mutando por todas las gamas del negro, violeta, verde, amarillo y rojizo, eso es arte moderno carajo !!!!).
Pintó la ley !
Mientras nos refrescábamos las partes nobles, y las no tan nobles nadábamos felices como dos cachalotes, corríamos en círculo y nos reíamos sin querer pensar en que la Pocha nos estaba esperando con una heladera en su quincho, la cual debíamos ir a buscar con un flete.
A la tarde había pasado por los fletes y había pedido que nos alquilen uno para ir a buscarla, volver a casa, levantar las demás cosas y partir para el depto. Pero quedamos en llamar y como vimos que no habíamos desarmado el placard, ni la cama ni la biblioteca decidimos suspenderlo.
La Pocha estaba del otro lado del teléfono, llamando y llamando. La música tapaba todo, sabíamos que estaría llamando, pero no podíamos salir del agua. Subimos a la terraza cuando se nos empezaron a congelar los amarettis y nos secamos como sapo arrollado al sol.
Bajamos para el comedor y el tel estaba sonando: DANGER !! Era la Pocha puteándonos y preguntando cuando bosta íbamos a buscar la heladera. No hubo trato e insistió para que fuéramos a buscarla porque se había clavado toda la tarde por nosotras. Juaaa. Así fue como llamamos al flete y como a la tarde la recepcionista nos había dicho que iba a ser una combi blanca nos quedamos re panchas, y llamamos a Pocha para decirle que iba para allá una combi blanca.
La hija del fletero (????)
A los 5 minutos suena el timbre de casa y se escucha un agonizante motor gasolero me asomo y veo una chata (un lanchón, una bañadera) del año del pedo color roja, bastante despintada, con la cúpula de madera y en penoso estado. Fui corriendo mi vista de a poco para ver quien manejaba esa terrorífica nave y me veo a una especie rarísima, mezcla de hippie y motoquero.
Imaginen un raquítico, con la poca carne que tiene a pura musculatura, camisa leñadora de mangas arrancadas, jean celeste hecho mierda, cinturón con hebilla dorada con un toro salvaje, pelos del pecho de todos los colores, piel curtidisima y ajeada, bigote y pelo largo medio canoso rubión, pucho en la boca, 12 dientes masomenos (no le miré los pies, carajo!).
El buen hombre caminaba como si hubiera andado a caballo por días enteros, con todo lo que esto implica, jejejeje.... Le dije que el primer destino era el quincho.
Sorpresa y media
La Pocha contó que estaba feliz esperando una combi blanca y casi se cae de orto cuando abrió la puerta y se encontró a la versión rubia y avejentada de Paolo el Rockero (Q.E.P.D). Supongo que nos habrá disparado puteadas al cielo. Yo no la llamé para anticiparle eso porque quería que se llevara la misma sorpresa que yo. Juaaaaaaaaaaaaaaa.
Al rato estaban en casa de vuelta y fuimos cargando todo entre las 3, el viejo ni se movió de su asiento, solamente para abrirnos atrás. Tenían que ver el cuadro de las 3 trasladando las cosas, encima el viejo dejó la chata enfrente y había que cruzar la calle con el peso de todo. Un bajón.
Cargamos todo en un rato y nos subimos las 3 adelante con el buen señor.
Yo tenía miedo. Miedo de lo que mis ojos iban a divisar cuando abriera la puerta de la camioneta para que subiéramos. Y cuando abrió vi el asiento de cuero despanzurriado, vomitando goma espuma, realmente parecía una foto forense, algo muy feo, y ahí teníamos que posar nuestras asentaderas las 3. Mandamos al medio a Bonsai para que la Pocha me pudiera cargar a upa en el asiento del acompañante. La luneta estaba llena de cachivaches típicos de bondi, remis y flete. Ibamos en esa catramina a paso de ñandú, y rozando a todos los bondis y autos que osaran interponerse en nuestro camino, aguantando las puteadas del señor, que eran abundantes hacia todo ser que se cruzara por delante, por los costados y por atrás.
Esperando la carroza fletera
Parecíamos una familia los 4 en la chata, atrás faltaban los canastos con gallinas viva, las sandías, las sillas de caña, los colchones y los bártulos. Bonsai se iba para el medio del asiento y casi termina a upa del fletero, viajó agarrada de mi brazo, todavía estamos contracturadas. La Pocha iba como una madama (al mejor estilo Mirtha Busnelli en Disputas) con su brazo apoyado en la ventanilla y yo a upa de ella como si tuviera 5 añitos.
En un momento del viaje sufrí más que cuando rozaba a los demás vehículos: cuando ví que la policía estaba parando coches, pero pasamos de largo gracias a Dios. (desde ahora creo en él, alabado sea el Señor, prometo ir a la iglesia todos los domingos, hacerme vegetariana y llegar virgen al matrimonio, Amén)
Operación "no doy más"
Cuando paró el flete en la puerta del edificio apareció de la nada mi amiga Chuchi, quien fue conmigo al secundario y vivió todas las complicidades y maldades a mi lado, iba a visitar a Debo, otra muchacha del secundario que vive en el mismo piso que yo ahora. Así que la Chuchi se puso a descargar las cosas con nosotras. El paso más jodido fue subir la heladera y el placard por el ascensor, casi lamentamos dos accidentes: Bonsai casi muere aplastada dentro del ascensor esperando que la Pocha meta heladera y placard (uno por vez eh !) y Pocha casi pierde un dedo con otro empujón a la heladera, la salvó un anillo de coco grueso que tenía puesto, que se partió.
Buenas vecinas
Una vez que quedó todo del lado de adentro de la puerta cerramos la puerta y fuimos a hacer un brindis inaugural, nos clavamos 8/9 cervezas, escuchamos música a todo lo que da y hablamos de cosas de mujeres tales como: "como hacer que un hombre te deje en instantes", "como darse cuenta si sos estructurada o no" y demases onda revista "Para Tí" !!!! Parece aburrido, pero después de los alcoholes puede MUY divertido.
Moyano, Cottolengo, Colonia Montes de Oca y Borda: nueva sucursal !
Cuando bajé a comprar las cervecitas me crucé con una muchacha del 8vo piso, le pregunté cuántos cuerpos entraban en el ascensor "por ser nueva en el edificio" y su rta fue: BIENVENIDA AL LOQUERO.... Jajajaja. Creo que se vienen días alocados. Al lado hay un edificio rosa fosforescente del cual sale gente extraña, cuando sepa más de que se trata ampliaré.
Enfrente hay un supermercado de chinos, que me dijeron que siempre facturan de más, que tenga cuidado. También enfrente en diagonal tengo una clínica psiquiátrica (ESPERO QUE ATIENDAN LAS 24 HS). Y mirando por la ventana de mi cuarto un parque verde de una escuela de cheffs, ya me veo gritando por la ventana que me revoleen las sobras de sus experimentos. También me encontré con una geisha que iba a ver a su amigo al edificio y me dio permiso para escuchar música electrónica a todo volumen por la noche.
Ah ! Casi me olvido, la Pocha prometió conseguirme una iguana gratis, con piedra, luz, pecera y alimento (todo included.....) de alguien que la quiere regalar.
Fin
(voy a utilizar este recurso cuando mis neuronas no hagan sinapsis para no abandonar el flog, no se asusten si pasa seguido, jajaja)
Y tu mamá también
La cuestión es que el sábado se pudrió el rancho con mi progenitora y durante el finde comenzó el empaque para la posterior mudanza de mis bártulos. También se vinieron las idas y vueltas de mi casa a lo de Bonsai, y de lo de Bonsai a mi casa, junto con la súplica a los vendedores de todo el barrio de cajas para meter mis contadas y queridas pertenencias.
No había tiempo que perder y mientras yo convalescía con picos de fiebre, miedo y malhumor tirada en el patio fui inducida por Pocha, Bonsai y Martina a empezar cuanto antes con el caos.
Mi cuarto no se limpiaba desde hacía años luz porque siempre lo cerraba con llave para que no me revisen/toquen/utilicen/miren mis pertenencias , por lo cual había sendas cantidades de polvo, ácaros, tierra, alimañas, murciélagos y demás fauna de insectos (vivos y muertos, secos y húmedos, crocantes y gomosos).
Especies insectívoras
Esta nefasta conjunción de mugre fue la peor pesadilla de Bonsai, que sufre de alergia a la tierra y demases derivados. Al día de hoy permanece autosuministrándose dosis de Desalergin y Benadryl porque tiene el pechio tomado. Nos quedamos hasta las 5 a.m guardando cosas y tirando otras tantas porque soy una coleccionista de papeles, una especie de cartonera selectiva.
El domingo siguió el gran quilombo de separar, pilas y pilas de ropa que hacía años que no usaba, miles de medias que habían perdido a su pareja, montones de recortes de diarios, chucherías varias, mis trofeos y medallas de hóckey (faaaaaaaaaa !!!!!), todos ganados en buena ley (lease: amputando a las rivales a fuerza de codazos, patadas y escupitajos), pulguientos muñecos de peluche, cementerios de zapatos y medio local de ropa deportiva. Todo esto acompañado de una mezquita de cucarachas muertas, que yacían inertes en los rincones más inhóspitos del cuarto.
Una vez que estaba todo medianamente embalado comenzó el debate de: cuando me mudo ?
Lunes trajeteado (quise poner ajetreado, o algo así)
El lunes amanecimos con Bonsai con los brazos cansados, la espalda contracturada, los ojos pegados, la nariz congestionada, las piernas anestesiadas y el malhumor golpeando a la puerta.
Era la hora de comenzar a mover el toor, fuimos a la perfumería, compramos artículos de limpieza y cositas para el depto. La tuve que retar porque quería agarrar un papel higiénico que salía 14 centavos más que otro de oferta. Quería agarrar un detergente de marca por $ 2,50 mientras que había uno de $ 0,75 !!!! Lo cambié enseguida, no sé si lo hizo porque no llegaba a lo alto de la góndola o porque no lo vio. (no me mates Bon !! juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa).
A la vuelta nos compramos media sandía para autopremiarnos por tanto esfuerzo, volvimos por Avda. Eva Perón con las bolsas de los mandados, y algunas cajas de cartón que pedimos. Bonsai volvió al grito de: "boteeeeeeeyeeeeeeeeeeeeeeeeroooooooooooooooooooooooo" por todo el camino. Estábamos las dos bien villa, en shores, parra pa adelante caminando, con olor a cebú libidinoso y con lustrador Blem en la frente.
Quisiera ser un pez (...ón)
Comimos como dos hienas y a la tarde decidimos postergar la mudanza por agotamiento físico y mental (andáaaaaaaaa !! como te dicen ahora ?? Metallica ?? juaaaaaaaaaaa). Así fue como cuando me acerqué a la pileta y me agaché para tocar el agua recibí un puntual empujón que me hizo caer y salpicar todo. A todo esto caí vestida, pero hacía tanto calor que ni siquiera sentí el golpe de frío. Esto no podía quedar así, me hice la beluga, nadé un poco, recordé mis épocas en la colonia de vacaciones cuando estaba en la clase de los "MOJARRITAS" mientras que los mejores eran "DELFIN, TIBURON, ETC".
Más tarde me hice la que no sabía hacer un salto y cuando Bonsai vino a tomarme de la cintura la cazé de un brazo y empezó el forcejeo. Resultados: rastas al agua y bruto moretón en la cara interna del brazo de Bonsai. (ahora está mutando por todas las gamas del negro, violeta, verde, amarillo y rojizo, eso es arte moderno carajo !!!!).
Pintó la ley !
Mientras nos refrescábamos las partes nobles, y las no tan nobles nadábamos felices como dos cachalotes, corríamos en círculo y nos reíamos sin querer pensar en que la Pocha nos estaba esperando con una heladera en su quincho, la cual debíamos ir a buscar con un flete.
A la tarde había pasado por los fletes y había pedido que nos alquilen uno para ir a buscarla, volver a casa, levantar las demás cosas y partir para el depto. Pero quedamos en llamar y como vimos que no habíamos desarmado el placard, ni la cama ni la biblioteca decidimos suspenderlo.
La Pocha estaba del otro lado del teléfono, llamando y llamando. La música tapaba todo, sabíamos que estaría llamando, pero no podíamos salir del agua. Subimos a la terraza cuando se nos empezaron a congelar los amarettis y nos secamos como sapo arrollado al sol.
Bajamos para el comedor y el tel estaba sonando: DANGER !! Era la Pocha puteándonos y preguntando cuando bosta íbamos a buscar la heladera. No hubo trato e insistió para que fuéramos a buscarla porque se había clavado toda la tarde por nosotras. Juaaa. Así fue como llamamos al flete y como a la tarde la recepcionista nos había dicho que iba a ser una combi blanca nos quedamos re panchas, y llamamos a Pocha para decirle que iba para allá una combi blanca.
La hija del fletero (????)
A los 5 minutos suena el timbre de casa y se escucha un agonizante motor gasolero me asomo y veo una chata (un lanchón, una bañadera) del año del pedo color roja, bastante despintada, con la cúpula de madera y en penoso estado. Fui corriendo mi vista de a poco para ver quien manejaba esa terrorífica nave y me veo a una especie rarísima, mezcla de hippie y motoquero.
Imaginen un raquítico, con la poca carne que tiene a pura musculatura, camisa leñadora de mangas arrancadas, jean celeste hecho mierda, cinturón con hebilla dorada con un toro salvaje, pelos del pecho de todos los colores, piel curtidisima y ajeada, bigote y pelo largo medio canoso rubión, pucho en la boca, 12 dientes masomenos (no le miré los pies, carajo!).
El buen hombre caminaba como si hubiera andado a caballo por días enteros, con todo lo que esto implica, jejejeje.... Le dije que el primer destino era el quincho.
Sorpresa y media
La Pocha contó que estaba feliz esperando una combi blanca y casi se cae de orto cuando abrió la puerta y se encontró a la versión rubia y avejentada de Paolo el Rockero (Q.E.P.D). Supongo que nos habrá disparado puteadas al cielo. Yo no la llamé para anticiparle eso porque quería que se llevara la misma sorpresa que yo. Juaaaaaaaaaaaaaaa.
Al rato estaban en casa de vuelta y fuimos cargando todo entre las 3, el viejo ni se movió de su asiento, solamente para abrirnos atrás. Tenían que ver el cuadro de las 3 trasladando las cosas, encima el viejo dejó la chata enfrente y había que cruzar la calle con el peso de todo. Un bajón.
Cargamos todo en un rato y nos subimos las 3 adelante con el buen señor.
Yo tenía miedo. Miedo de lo que mis ojos iban a divisar cuando abriera la puerta de la camioneta para que subiéramos. Y cuando abrió vi el asiento de cuero despanzurriado, vomitando goma espuma, realmente parecía una foto forense, algo muy feo, y ahí teníamos que posar nuestras asentaderas las 3. Mandamos al medio a Bonsai para que la Pocha me pudiera cargar a upa en el asiento del acompañante. La luneta estaba llena de cachivaches típicos de bondi, remis y flete. Ibamos en esa catramina a paso de ñandú, y rozando a todos los bondis y autos que osaran interponerse en nuestro camino, aguantando las puteadas del señor, que eran abundantes hacia todo ser que se cruzara por delante, por los costados y por atrás.
Esperando la carroza fletera
Parecíamos una familia los 4 en la chata, atrás faltaban los canastos con gallinas viva, las sandías, las sillas de caña, los colchones y los bártulos. Bonsai se iba para el medio del asiento y casi termina a upa del fletero, viajó agarrada de mi brazo, todavía estamos contracturadas. La Pocha iba como una madama (al mejor estilo Mirtha Busnelli en Disputas) con su brazo apoyado en la ventanilla y yo a upa de ella como si tuviera 5 añitos.
En un momento del viaje sufrí más que cuando rozaba a los demás vehículos: cuando ví que la policía estaba parando coches, pero pasamos de largo gracias a Dios. (desde ahora creo en él, alabado sea el Señor, prometo ir a la iglesia todos los domingos, hacerme vegetariana y llegar virgen al matrimonio, Amén)
Operación "no doy más"
Cuando paró el flete en la puerta del edificio apareció de la nada mi amiga Chuchi, quien fue conmigo al secundario y vivió todas las complicidades y maldades a mi lado, iba a visitar a Debo, otra muchacha del secundario que vive en el mismo piso que yo ahora. Así que la Chuchi se puso a descargar las cosas con nosotras. El paso más jodido fue subir la heladera y el placard por el ascensor, casi lamentamos dos accidentes: Bonsai casi muere aplastada dentro del ascensor esperando que la Pocha meta heladera y placard (uno por vez eh !) y Pocha casi pierde un dedo con otro empujón a la heladera, la salvó un anillo de coco grueso que tenía puesto, que se partió.
Buenas vecinas
Una vez que quedó todo del lado de adentro de la puerta cerramos la puerta y fuimos a hacer un brindis inaugural, nos clavamos 8/9 cervezas, escuchamos música a todo lo que da y hablamos de cosas de mujeres tales como: "como hacer que un hombre te deje en instantes", "como darse cuenta si sos estructurada o no" y demases onda revista "Para Tí" !!!! Parece aburrido, pero después de los alcoholes puede MUY divertido.
Moyano, Cottolengo, Colonia Montes de Oca y Borda: nueva sucursal !
Cuando bajé a comprar las cervecitas me crucé con una muchacha del 8vo piso, le pregunté cuántos cuerpos entraban en el ascensor "por ser nueva en el edificio" y su rta fue: BIENVENIDA AL LOQUERO.... Jajajaja. Creo que se vienen días alocados. Al lado hay un edificio rosa fosforescente del cual sale gente extraña, cuando sepa más de que se trata ampliaré.
Enfrente hay un supermercado de chinos, que me dijeron que siempre facturan de más, que tenga cuidado. También enfrente en diagonal tengo una clínica psiquiátrica (ESPERO QUE ATIENDAN LAS 24 HS). Y mirando por la ventana de mi cuarto un parque verde de una escuela de cheffs, ya me veo gritando por la ventana que me revoleen las sobras de sus experimentos. También me encontré con una geisha que iba a ver a su amigo al edificio y me dio permiso para escuchar música electrónica a todo volumen por la noche.
Ah ! Casi me olvido, la Pocha prometió conseguirme una iguana gratis, con piedra, luz, pecera y alimento (todo included.....) de alguien que la quiere regalar.
Fin
(voy a utilizar este recurso cuando mis neuronas no hagan sinapsis para no abandonar el flog, no se asusten si pasa seguido, jajaja)
1 comentario:
juaaaaaaaaaaa
brillantísimo!!
morí descostilladamente, muy ilustrativo...
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